Los síntomas de una persona con ludopatía son varios, entre los que podemos encontrar:
- Obsesión por el juego: Uno de los síntomas que nos alertan de una posible ludopatía es el interés obsesivo por tocar. Los pensamientos continuos de juego, y el hecho de que se convierta en una vía de escape para esa persona de una situación de incomodidad, puede significar que una persona se enfrenta a una adicción al juego. Sus sentimientos son extremos, dependiendo de si gana o pierde en el juego. Las consecuencias se traducen en un distanciamiento en su vida social, alejándose de familiares y amigos.
¿Cómo puedo saber si alguien de mi familia es jugador?
Si has podido identificar 5 o más de los criterios mencionados anteriormente en este artículo sobre cómo saber si alguien es jugador, y si tú también has podido identificar el tipo de jugador que es esa persona, es posible que ya tengas tu respuesta.
Si has determinado que esta persona está en la etapa inicial, es importante prestar atención y hablar con esta persona para evitar que se convierta en una adicción incontrolable. Por otro lado, si has determinado que esa persona tiene una adicción patológica, es importante actuar con rapidez para evitar que la vida de esa persona y la de las personas de su entorno sufra las consecuencias que esta adicción conlleva.
Detección del juego patológico
Algunos de los síntomas más sólidos y reconocibles para identificar a un jugador patológico son la ansiedad por encontrar espacios o momentos para jugar, la irritabilidad, el uso de la mentira como recurso habitual para evitar situaciones incómodas. preguntas o la demanda continua de dinero para apostar. La combinación es un cóctel explosivo que también puede dar lugar a una agresión más o menos directa.
Sin embargo, además de estos síntomas con un fuerte carácter probatorio, existen pequeños indicios que pueden permitir detectar un problema de adicción al juego. El juego también se puede expresar en pequeños cambios diarios o modificaciones en la rutina de los afectados que para su entorno más directo -familia, amigos o trabajo- pueden convertirse en pistas que les lleven a la evidencia de que existe un problema más profundo de adicción.
que se trata de juegos de azar o una situación similar.
¿Qué es un jugador?
Un jugador es una persona que siente unas ganas irrefrenables de jugar y apostar, lo que le lleva, en la mayoría de los casos, a aumentar la frecuencia en el juego ya perder el control del dinero gastado. Al contrario de lo que ocurre con otras adicciones como el alcohol o la drogadicción, el juego compulsivo no desencadena enfermedades físicas ni signos evidentes en el aspecto de quien lo padece, pero sí está ligado a muchas enfermedades psicológicas como la ansiedad y la depresión.
Entonces, ¿es difícil identificar a un jugador? Si bien es cierto que no es el adicto más fácil de reconocer, existen muchas señales que nos pueden poner en alerta si realmente les prestamos atención.
No hay diversión
Un jugador no juega porque quiera divertirse, sino porque tiene un grave problema de adicción, como el tabaco, el alcohol o la compra compulsiva. Rara vez se ve a este tipo de personas sonriendo o divirtiéndose jugando. Su mirada no es la de quien se divierte, sino la de quien necesita con urgencia su dosis de juego.
Cuando el juego es lo más importante, se abandona todo tipo de preferencias. Todo esto pasa a un tercer y cuarto nivel. No importa esa entrevista de trabajo o la reunión de amigos que deseaba desde hace tiempo. Sólo importa el juego. Ni la familia, ni el trabajo, ni los amigos ni siquiera la pareja.
