La expresión reconoce que la adicción es una condición médica crónica pero tratable en la que se producen cambios en los circuitos cerebrales implicados en la recompensa, el estrés y el autocontrol.
Fundación Hay Salida: UNAD Violencia de género y adicciones
Este lunes 21 de noviembre de 2023 asistimos a la jornada «Violencia de género y adicciones. Análisis, retos y realidades» para compartir con otras entidades el tema de la violencia contra la mujer y las adicciones. La UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, es una entidad nacional que agrupa a entidades sociales que están en el campo de las adicciones que recientemente ha creado un Observatorio de Violencia de Género y Adicciones.
CEREBRO Y ADICCIÓN
La Organización Mundial de la Salud determinó en 1952 que la adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad de una sustancia, actividad o relación.
El consumo prolongado de sustancias psicoactivas promueve cambios estructurales y funcionales en el cerebro; y del mismo modo, el mal funcionamiento de algunas estructuras cerebrales favorece la aparición de adicciones. (Aguilar Bustos et al 2012).
El proceso de tratamiento
Generalmente, los pacientes buscan ayuda cuando el problema se les ha ido de las manos, cuando no usan sustancias para sentir placer sino que se ha modificado una condición en su cerebro que les hace no poder vivir mientras están sin consumir y no saben cómo parar.
La búsqueda del control de esta enfermedad incluye el apoyo de diferentes profesionales que van desde el psiquiatra hasta otras profesiones dependiendo del diagnóstico de cada uno influenciado por la edad, el tipo de fármaco y otras cuestiones a evaluar.
Motivar la abstinencia: la clave de cómo ayudar a un adicto tras una recaída
Es de suma importancia que, a pesar de la apariencia de una recaída, la persona adicta no desista nunca de su esfuerzo de recuperación. Tienes que ser lo suficientemente compasivo contigo mismo y no ver este hecho como un fracaso, un fracaso irremediable o un comportamiento que invalida todo el esfuerzo anterior. Nada más lejos de la realidad. Las recaídas indican la necesidad de reforzar la cautela y la responsabilidad ante una enfermedad que permanece latente.
En cualquier caso, para evitar que el adicto vuelva al hábito de consumir drogas de abuso, es fundamental que comprenda que la abstinencia es una decisión personal. La elección voluntaria de un estilo de vida saludable, donde la salud y el bienestar personal sea su mayor aspiración.
‘Craving’ y desencadenantes
En este caso, la posible presencia de ciertos «desencadenantes» (es decir, estímulos ambientales reforzados por años de adicción) refuerza el «craving», es decir, el deseo apremiante e irrefrenable de consumir sustancias o apostar: por ejemplo, el olor a cerveza a la vuelta de la esquina, el anuncio de un casino, el banco público donde espera el crupier.
El alcohol y otras drogas (heroína, cocaína, éxtasis, cannabis, ansiolíticos e incluso el tabaco) actúan de la misma forma sobre el cerebro. Aumentan el nivel de dopamina (principalmente, pero también de otros neurotransmisores) en el sistema de recompensa, creando una sensación de placer que puede volverse adictiva.