Cómo es vivir con un adicto

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Consejos para vivir con un adicto en casa Evita consumir alcohol en casa. No hagas brindis en su presencia. No subas a hablar con él si vienes del bar o has bebido alcohol. Si el paciente es su pareja y usted sale y bebe alcohol, duerma en otra habitación esa noche. Trate de no jugar al policía.

¿Los familiares de una persona con adicción pueden ayudarla a recuperar su vida? La respuesta es firme: sí. El entorno de las personas que sufren adicciones es fundamental durante todo el proceso de recuperación e incluso para iniciar un tratamiento en un centro de desintoxicación. Sin embargo, vivir con un adicto no es fácil y superar la situación requiere de ayuda profesional.

Cuando alguien se engancha a una sustancia, poco a poco va perdiendo el control de su vida. Su objetivo está cada vez más centrado en consumir dicha sustancia, alejándose de otras prioridades como el cuidado y atención a su familia y amigos. Su adicción les aleja y llegan a priorizar su consumo hasta tal punto que la tensión se vuelve habitual. Mentiras, discusiones, robos o incluso agresiones también aparecen de forma recurrente. Muchos familiares llegan a silenciar el problema e incluso se convierten en cómplices tratando de normalizar la situación, por vergüenza o con la esperanza de que sean episodios temporales o simplemente porque no son capaces de asumir que existe un problema.

¿Cómo es vivir con un adicto?

Podemos encontrar varias situaciones que son muy comunes en una familia que convive con un adicto. Aquellos miembros que viven con alguien adicto se sienten solos. Todas las cargas familiares recaen sobre sus hombros y son ellos los que deben hacerse cargo de todo lo relacionado con la familia, sin la ayuda del adicto. Lo único que le importa al usuario es la droga.

También podemos encontrar codependencia en la familia. La codependencia se considera como una enfermedad que sufre la familia y consiste en la entrega total para lograr que la persona adicta se encuentre bien. Priorizar al enfermo ante todo.

Surgen sentimientos negativos

A medida que avanza la enfermedad, en la pareja de un drogodependiente surgen una sucesión de emociones, que van desde la ira y la frustración por las promesas incumplidas e intentos de recuperación que fracasan y la culpa por no saber que hacer en esta situación. En algunos casos, la pareja del adicto puede deprimirse porque no puede ayudar a su pareja.

Detrás de cada adicto, hay un círculo de personas, un núcleo familiar, que está afectado por la enfermedad. Y en muchos casos, la familia sufre tanto como el paciente; pero no pide ayuda porque le cuesta entender que uno esté tocado por la adicción de otra persona.

¿QUÉ SIGNIFICA QUE UNA ADICCIÓN ES UNA ENFERMEDAD CEREBRAL CRÓNICA?

Lo que significa es que se necesita atención médica profesional para poder curar esta enfermedad.

Una persona que se ha vuelto adicta chantajeará, mentirá, abusará y manipulará para conseguir lo que necesita. Así que su cerebro cambia. Cuando entras en un círculo vicioso, podemos terminar perdiendo lo que más amamos, la familia, el dinero, el trabajo y todo lo que nos rodea.