Cómo poner límites a una persona adicta

Valoración

No debemos creer más mentiras, seguir dándole dinero o la posibilidad de gastar, o poner cara de valiente cuando está haciendo algo mal, justificarlo, mirar para otro lado. La adicción es una enfermedad y hay que abordarla, cuanto antes, de la mano de un profesional y siempre con firmeza y compromiso con uno mismo.

Psic. Ana Fernández del Valle MuñozPsicóloga y consejera individual de Clínica Ser.

Este texto es una adaptación de “Estableciendo límites: padres, clases y drogas” por William L. LaFountain, Hazelden.

Preguntas para hacerle al médico

  • ¿Cómo puedo apoyar a un adicto?
  • ¿Hay cosas que no debo hacer?
  • ¿Qué debo hacer si mi ser querido recae?
  • ¿Qué debo hacer si mi ser querido se vuelve violento consigo mismo o con los demás?

Academia Estadounidense de Médicos de Familia: encontrar el programa adecuado para el tratamiento de adicciones

5 consejos para ayudar a un adicto

Vivir con una persona adicta al alcohol, otras drogas o el juego suele ser una experiencia complicada. Muchas veces traumático. Los problemas de adicciones dinamitan la paz y el orden familiar. Y se entrometen en la pareja. Ponen en peligro la convivencia y las relaciones.

Una parte del dolor de los familiares es causado por la desesperación y la impotencia. Por no saber qué hacer ante un comportamiento que, con el paso del tiempo, siempre empeora.

Las 5 razones principales por las que los adictos manipulan

¿Por qué los adictos manipulan a las personas que los rodean? Como amigo, cónyuge o hermano de un adicto, no siempre es fácil entender por qué una persona manipula continuamente a las personas que más la aman. A pesar de los comportamientos confusos, hay varias razones muy claras por las que las personas adictas manipulan a quienes les rodean.

  • Necesitan tener el control.

    depresión

    No es raro que las personas adictas se sientan internamente impotentes porque están controladas por su necesidad de drogas o alcohol. En cambio, un adicto a menudo tratará de controlar su entorno y el de todos los demás para compensar.

  • Sus intensos deseos son justificación para el comportamiento manipulador. La adicción se caracteriza por una necesidad física y psicológica incontrolable de drogas, lo que dificulta que una persona se resista a usarlas, a pesar de las consecuencias. Las personas adictas pueden hacer cualquier cosa para obtener la droga de su elección y usar su necesidad como justificación para todas las mentiras y manipulaciones.
  • Tienen una capacidad reducida de pensamiento y decisión objetiva. La adicción a las drogas y al alcohol cambia la forma en que funciona el cerebro, lo que dificulta que las personas adictas piensen con claridad y tomen decisiones sabias. Aunque muchos adictos de «alto funcionamiento» tienden a mantener las cosas juntas el tiempo suficiente para lograr una fachada, eventualmente, la adicción asoma su fea cabeza y las cosas se desmoronan.
  • La desesperación se apodera de cualquier sentido de la moralidad. Las personas adictas al alcohol oa las drogas sienten una fuerte necesidad física y psíquica de consumir. Es una obsesión abrumadora que abruma los pensamientos, acciones y deseos de la persona hasta que se consumen por completo, absolutamente desesperados por el siguiente golpe. En este estado, nada más importa, incluso el bienestar y los sentimientos de los seres queridos.
  • Su culpa es paralizante. Incluso cuando un adicto se da cuenta del daño que ha causado, su culpa y vergüenza pueden ser demasiado pesadas para soportar. En muchos casos, los adictos se avergüenzan de pedir ayuda o sienten que es demasiado tarde para ellos. Así que la manipulación, las mentiras y el abuso de drogas continúan.