Qué tipo de trastornos físicos y psicológicos produce el alcohol

Valoración

En la sociedad española, el alcohol es una droga legal, socialmente aceptada, que mueve importantes divisas y provoca no menos importantes dolores de cabeza, familiares y de salud. Vivimos en una sociedad del vino donde el acto de beber está asociado a multitud de acontecimientos cotidianos. Hay una gran presión social para beber, pero al mismo tiempo hay una clara falta de información sobre los problemas que provoca el consumo repetido. Además, las bebidas alcohólicas son de fácil acceso y se venden a un precio muy asequible para la mayoría de la población. La oferta de ocio está excesivamente orientada al consumo de alcohol y otras drogas. A esto hay que sumar que se fomenta su consumo a través de los medios de comunicación, asociándolo a la diversión, la sensualidad, los encuentros sexuales, los patrones de vida deseables o los modelos de conducta exitosos. También hay una serie de mitos socialmente difundidos sobre las supuestas propiedades «milagrosas» de las bebidas alcohólicas (antes llamadas «destiladas»): por ejemplo, ayuda a afrontar mejor los problemas (en la mayoría de las películas el primer paso antes de un problema es verter una vaso de whisky), calma, ayuda a dormir, aumenta la potencia sexual… Propiedades que, naturalmente, no tiene.

Uso, abuso y dependencia del alcohol

FACTORES DE RIESGO RELACIONADOS CON EL ALCOHOLISMO

Existen factores que pueden favorecer que las personas se vuelvan adictas al alcohol. Es necesario entender que estos factores no son por sí mismos determinantes del desarrollo de la enfermedad, sino que influyen aumentando la posibilidad de abusar o depender de esta sustancia. Destacan como más importantes:

FACTORES RELACIONADOS CON LA HERENCIA: Se propone una relación entre el riesgo de padecer problemas con el alcohol y tener antecedentes familiares de alcoholismo, esto se sustenta en teorías del aprendizaje o de la educación.

Trastornos por consumo de alcohol

Los trastornos por consumo de alcohol son muy diversos y van desde episodios de consumo nocivo de alcohol hasta intoxicaciones alcohólicas, pasando por la adicción al alcohol o la dependencia alcohólica (también llamado alcoholismo).

Trastornos físicos y psicológicos por alcohol

Vamos a intentar describir rápidamente los distintos tipos de trastornos que puede provocar el consumo de alcohol.

Los trastornos por consumo de alcohol se diferencian según el patrón y las consecuencias del consumo. Además de la posible intoxicación, el alcohol tiene propiedades inductoras de dependencia. En algunas personas, esto puede desencadenar el llamado alcoholismo y la abstinencia de alcohol cuando se reduce o suspende el consumo.

Trastornos por consumo de alcohol

Finalmente, el alcohol está estrechamente relacionado con varios trastornos mentales. Los efectos psicológicos más comunes del alcohol son los trastornos del estado de ánimo (depresión) y la ansiedad. En estas patologías se suelen utilizar como una forma de “automedicación” que, como ya hemos comentado, es en última instancia muy deletérea. Incluso el consumo continuado en sí mismo solo genera cambios a nivel neuroquímico que pueden precipitar la depresión.

Hoy tenemos claro que ambas condiciones clínicas requieren la suspensión del consumo para su correcta evolución. Esa frase popular «Uso porque estoy deprimido» a menudo conduce a depresiones prolongadas y oscilantes que no mejoran por completo hasta que se detiene el uso.

Pérdida del conocimiento

Al consumir grandes cantidades de alcohol en poco tiempo se produce un aumento vertiginoso de la cantidad de esta sustancia en sangre, lo que puede llegar a provocar desmayos o pérdida del conocimiento cuando el contenido de la bebida se metaboliza.

Ahora, veamos cuáles son los efectos psicológicos del alcohol a largo plazo, es decir, a escala de semanas, meses y años.