Cuando un alcohólico deja de beber durante varias horas seguidas, experimenta síntomas de abstinencia. Y algunos de los síntomas que se evidencian son: malestar general, ansiedad, temblores en las manos, sudoración excesiva, mal humor e insomnio.
Este interés por saber si hay suficientes reservas se da tanto en el propio hogar como en cualquier otra casa donde se vaya a permanecer varias horas seguidas.
Deterioro emocional, cognitivo y conductual
La intoxicación por alcohol puede afectar el estado de ánimo, provocando irritabilidad y estados de ánimo inestables. A nivel cognitivo, se puede alterar la capacidad de juicio y de decisión, se puede afectar la memoria con la aparición de lagunas posteriores, y se pueden dificultar el habla y la coordinación. Además, es común que aparezcan conductas inadecuadas, agresividad y conductas de riesgo.
En pareja, se puede sospechar alcoholismo si aparecen disfunciones sexuales, si el comportamiento se vuelve errático e impredecible, o si comienzan a surgir discusiones constantes e infundadas por la irritabilidad de la persona.
– Rituales relacionados con la bebida
Otro signo que puede indicar la existencia de un problema con el alcohol es la presencia de rituales relacionados con la bebida, que alteran el estado de ánimo de la persona si no se llevan a cabo fuera. Por ejemplo, la persona que se toma un par de copas todas las noches antes de la cena puede irritarse si un día se propone un plan diferente.
La tolerancia es otro de los signos que nos pueden alertar de la existencia de un problema relacionado con el alcohol. Por ejemplo, si antes un paquete de cervezas nos duraba una semana y ahora se acaba en dos o tres días, debemos estar atentos ya que pueden ser síntomas de una persona alcohólica.
Señales de alarma vinculadas al alcoholismo.
Las personas que sufren este tipo de adicciones suelen presentar una serie de síntomas comunes; su detección permite intervenir a tiempo en esta enfermedad. Estas son las señales de advertencia más importantes de quienes han desarrollado o están desarrollando alcoholismo; eso sí, algunos de ellos no son, por sí mismos, criterio suficiente para concluir que se está padeciendo un trastorno. El primer paso para detectar el problema suele corresponder a familiares y amigos. Necesitarán el asesoramiento y apoyo de profesionales: especialistas en adicciones para poder abordar el proceso con garantías de éxito.
Esta es una de las primeras señales de alerta que indica la posibilidad de un posible caso de alcoholismo. Beben siempre que están en contextos sociales y festivos. Por ejemplo: celebraciones, reuniones, comidas o actividades sociales de todo tipo.
Síndrome de abstinencia
La fuerte dependencia es la que da paso al síndrome de abstinencia, que es el conjunto de reacciones físicas y mentales que surgen cuando un drogadicto deja de consumir una sustancia de forma brusca. En el caso del alcohólico, el síndrome de abstinencia aparece cuando deja de beber alcohol durante 8 horas en los casos más graves o durante 48-72 horas en los más leves.
Este síndrome de abstinencia desarrolla un estado de ansiedad, nerviosismo e irritabilidad que, en muchas ocasiones, se acompaña de síntomas físicos como temblores, sudoración, náuseas, taquicardia, palidez e incluso convulsiones.
