Se han estimado cuatro fases desde el primer consumo hasta el desarrollo de una adicción grave o incluso problemas neurológicos: prealcohólico, alcoholismo temprano, fase crucial y una última fase crónica.
1. Fase prealcohólica: El alcohol se utiliza para aliviar estados emocionales desagradables. La cantidad consumida está aumentando ligeramente. El cuerpo se acostumbra y se desarrolla la tolerancia. No hay problemas funcionales en este momento. 2. Fase prodrómica: Aparece de forma progresiva y lenta. Aumenta la necesidad de consumo y se altera el comportamiento de consumo: Mayor grado alcohólico, pensar en beber, beber de un trago o más rápido, beber a escondidas, etc… 3. Fase crítica: No poder interrumpir el consumo una vez iniciado, pérdida de control, estado de ánimo Oscilaciones Se afecta el funcionamiento psicológico, familiar, laboral. Aparece el autoengaño. La persona enfoca su vida en el alcohol descuidando otras áreas. Aparecen los primeros síntomas físicos de consumo. 4. Fase crónica: Aparece el síndrome de abstinencia que te hace permanecer borracho casi sin interrupción. Deterioro severo de la vida de la persona, declive social. Tiene síntomas orgánicos. Pueden terminar consumiendo sustitutos baratos del alcohol. En esta fase puede haber (paradójicamente) una disminución de la tolerancia al alcohol.
– Control
En esta etapa, la familia trata de hacerse cargo del problema de la bebida. En un principio las respuestas de los familiares son muy variadas y se ensayan todo tipo de “recetas caseras” como método para controlar o frenar el abuso del alcohol. El miedo y la frustración van en aumento en la familia y empiezan a aflorar en ellos sentimientos de culpa y desprecio.
Estos esfuerzos implican controlar el alcohol o el dinero de la persona con un problema de adicción, lo que, lejos de solucionar la enfermedad, refuerza la conducta de bebida. Además, en muchas ocasiones el alcohólico puede responder a estos intentos de ayudar a su familia de forma poco constructiva.
La soledad y las deudas del alcohólico
“Una vez que estás dentro, pues dentro, no quieres hablar con nadie, te molesta todo, llevas gafas de sol todo el día. Es tu mundo y toma cerveza. Mi mundo era beber y trabajar, y trabajar duro para tener más dinero y seguir bebiendo. Yo estaba cómodo allí. No me di cuenta de cómo iba. Pero fue discusión tras discusión. Te estás quedando sin amigos, yo no soportaba nada y siempre quise estar solo. No me importaba todo. Pondría el despertador para ir al bar antes del trabajo.
Me levantaba una hora o una hora y un poco antes de ir al trabajo para ir al bar”.
“He dejado a mi familia sin comida. Me pagaron, saqué todo el dinero del banco y mi salario duró tres días. Y no me importaba. Lo bebí y me lo puse. He llegado a la ruina financiera. Y no me importaba. En otras palabras, he vivido con ese egoísmo. También me pesa mucho, es una de las cosas que más me pesa, la sensación de que todavía debo dinero. Y ahora vivo muy bien, no me puedo quejar, porque podría vivir mejor… Le debo al banco, gracias a Dios nadie más. Me quita el sueño que mi familia tenga esa deuda por mi culpa. Estuve cinco años pidiendo préstamos para beber”.
Y EN ESPAÑA, ¿CÓMO ES EL CONSUMO DE ALCOHOL?
En España, el alcohol es la sustancia más consumida y la que más problemas sanitarios y sociales provoca. A pesar de ello, su consumo es legal y su uso tiene un vínculo cultural, por lo que se relaciona con el juego, vinculándose a eventos sociales, familiares, de ocio o incluso laborales.
La tendencia del consumo a edades tempranas es alarmante, según la Asociación Española de Pediatría, uno de cada cinco niños menores de doce años ya ha consumido alcohol.
B.- Realizar los primeros intentos de control del alcoholismo a través de las siguientes estrategias:
-
-
- Estrategia rodeo.- Consiste en limitar tanto como sea posible los contactos entre cónyuges que se evitan emocional y físicamente.
- Estrategia de ataque.- La mujer intenta controlar el comportamiento de su marido con peleas, gritos, amenazas de abandono ya veces incluso agresiones físicas.
- Estrategia de manipulación.- Con ella intenta culpar al alcohólico mostrándole su sufrimiento y el de sus hijos.
- Mimos.- En esta estrategia, la pareja cuida permanentemente al alcohólico y le promete un trato especial si mejora su conducta.
- Gestión constructiva.- La esposa mantiene su dignidad, protege y cuida a su familia, velando por las finanzas y el orden del hogar, vela por las necesidades de sus hijos y busca la ayuda adecuada para tratar a su marido.
-
-
- Estrategia de rodeo. esquivan emocional y físicamente.
- Estrategia de ataque.- La mujer intenta controlar el comportamiento de su marido con peleas, gritos, amenazas de abandono ya veces incluso agresiones físicas.
- Estrategia de manipulación.- Con ella intenta culpar al alcohólico mostrándole su sufrimiento y el de sus hijos.
- Mimos.- En esta estrategia, la pareja cuida permanentemente al alcohólico y le promete un trato especial si mejora su conducta.
- Gestión constructiva.- La esposa mantiene su dignidad, protege y cuida a su familia, velando por las finanzas y el orden del hogar, vela por las necesidades de sus hijos y busca la ayuda adecuada para tratar a su marido.
